La tierra de Jesús
La tierra de Jesús ha recibido diferentes nombres a lo largo de la historia, primero se llamó Canaán, y sus habitantes cananeos. Así se llamaba cuando Abraham llegó a esa tierra, la que Dios le había prometido. Después se llamo Judea, por Judá, la más importante de las tribus de Israel. Así se llamaba en tiempos de Jesús. Pocos años después de la muerte de Jesús, los romanos le dieron otro nombre: Palestina. Actualmente es llamada Israel.
La tierra de Jesús, está situada en el extremo oriental del mar Mediterráneo, es un país muy pequeño, tiene unos 230 km. de largo y unos 120 km. de ancho. Siempre ha sido zona de paso entre los países que tiene al sur, sobre todo Egipto y los que hay al norte. Por allí pasaban las caravanas de comerciantes que iban y venían de Egipto a Siria y las que desde la costa penetraban hasta Arabia. Al ser una zona de paso, todos han querido dominarla para poder controlar así, el comercio de toda la región. Por eso ha sufrido tantas dominaciones y guerras.
La sociedad en la que vivió Jesús
En los tiempos de Jesús, Palestina estaba ocupada por los romanos, por eso la mayoría de los amigos de Jesús, estaban en contra de la dominación romana, porque eso suponía tener que pagar tributos al César o emperador de Roma, y otros muchísimos impuestos pero sin recibir ningún servicio a cambio. Había una multitud que quería rebelarse para conseguir la liberación de su tierra. De hecho, unos de después de la muerte de Jesús, estalló un conflicto con los romanos. Pero en esta situación, no todos sufrían igualmente los efectos de la ocupación romana; había un grupo aristócrata a la que no le iba tan mal, aunque dominados por los romanos seguían teniendo dinero y poder, entre estos estaba la aristocracia sacerdotal, ligada al Templo de Jerusalén. También había grandes terratenientes, comerciantes y recaudadores encargados de administrar impuestos a gran escala.
Jesús tuvo problemas con estas personas, porque su estilo de vida de vida no le gustaba, y al final fueron los que influyeron decisivamente para que fuera juzgado y condenado a muerte.
Caracterísitcas generales
Las gente de Nazaret (como del resto de Palestina) soñaba con muy variados destinos. Algunos imaginaban que pronto vendría un imperio universal bajo el mandato de un Mesías conquistador, que impondría su voluntad por la fuerza; otros ansiaban unas normas basadas en el amor y la honestidad. El futuro era el tema central de conversación entre aquellos hombres. Esta incertidumbre constituía un rasgo característico de su personalidad como pueblo.
Las casas en Nazaret tenían dos partes: una inferior y otra superior. En la superior, que era donde se habitaba, el suelo estaba cubierto de esteras y, en las paredes, había una serie de vasares donde se guardaba las mantas con la parte inferior se utilizaba como almacén, telar o pequeño taller; solían también estabular algunas cabras para disponer de leche.
En dirección a Occidente se alcanzaba el Mediterráneo, por el que los barcos navegaban hasta Egipto, Grecia y Roma. Aún siendo pues una pequeña ciudad, Nazaret constituía un importante lugar de paso de mercaderías y personas.
1 comentario:
Buen trabajo, pero lo más importante es que confie en su palabra y no me defraudaron, ¡¡¡Las felicito!!!!!
Elena
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